El director de Black Panther nos trae su nueva propuesta: una mezcla de terror, drama, comedia y música.
En abril se estrenó en cines Los pecadores – más conocida como Sinners en inglés-, una cinta de terror dirigida por Ryan Coogler. Un director muy conocido en los últimos años por dirigir películas como Black Panther (2018), Creed (2015) o Judas y el mesías negro (2021). Un director que, además, se estrena en el género del terror con esta película que no ha dejado a nadie indiferente.
La música que conecta almas
En Los pecadores, seguiremos la historia de Stack y Smoke, dos hermanos gemelos que vuelven a su ciudad natal con el fin de dejar atrás su caótico pasado. Para ello deciden comprar un viejo aserradero y convertirlo en un club de blues para la población negra local. Además, contratan a su primo pequeño – Sammie -, para que toque en la inauguración.
Por su parte, Sammie es un joven talentoso que sueña con ser guitarrista. Por lo que sin pensárselo dos veces, se apunta al plan a pesar de la fuerte oposición de su padre. Lo que ninguno de ellos sabe, es que su música acabará atrayendo a las puertas de su club a un mal inimaginable.
La música juega un papel fundamental en la película pues representa la cultura y el principal medio de expresión de los protagonistas. Por un lado, la música funciona como un elemento contextual. Ya que la película se ambienta en una localidad de Missisipi de los años 30. Si a esto le sumamos que casi todos sus personajes son afroamericanos, no es de extrañar que se utilicen géneros como el góspel, el blues o el soul para ayudar a generar una atmósfera que nos trasporte a esa época y localización.
Por otro lado, si hay algo que una a todos los personajes de esta cinta – independientemente de su raza o personalidad -, es la búsqueda de la libertad. Y aquí es donde vuelve a entrar de nuevo en juego la música. Siendo esta una vía de escape para los protagonistas. Una vía que les permite evadirse de sus problemas y del racismo de la época. Un medio de expresión, que no solo refleja su cultura, sino que también libera sus almas y las purifica. Como si de una medicina se tratara.



Esto se ve muy bien reflejado en el personaje de Sammie, quien no solo se enfrenta al racismo sino también a los prejuicios sociales y a su propia familia. Y más concretamente a su padre, quien se opone a su estilo de vida. Demonizando su música y pidiéndole constantemente que abandone ese camino.
No obstante, Sammie no es el único que añora la libertad. Ya que, por su parte, los gemelos también se sienten atrapados por su pasado. Al igual que muchos de los personajes de esta cinta. Y es que, cada uno de ellos trata de buscar esa “libertad” a su manera. Sin embargo, es curioso que el único momento donde parecen encontrarla, es cuando escuchan la música de Sammie.

¿Un musical disfrazado de película de terror?
Como ya hemos mencionado, la música es el eje principal de esta cinta. Por lo que debemos prestar especial atención a su banda sonora.
Esta fue compuesta por Alvin Youngblood – músico y compositor americano especializado en blues-, y producida por Ludwig Göransson y Noah Gorelick – compositores y productores musicales, conocidos por su trabajo en Black Panther (2018) y Oppenheimer (2023). Teniendo esto en cuenta, nadie se debería extrañar de que la música sea lo mejor de esta película.
La BSO mezcla varios estilos que encajan a la perfección con el tono de la cinta y con cada uno de los personajes. Y es que muchos de estos temas están interpretados por los mismos actores. Por lo que sí. Durante la película, podremos disfrutar de algún que otro número musical.
¿Convierte esto a Sinners en un musical? Pues la verdad es que no. Aunque lo cierto, es que me cuesta mucho encajar a esta película en un único género. Ya que Los pecadores bebe de distintas fuentes. Por un lado, se inspira en el cine de gangsters y en los thrillers clásicos. Pero también coge elementos del cine de terror y los mezcla con algunas dosis de humor negro y acción. Muy parecido a lo que ya han hecho otras películas como Abigail (2024) o Noche de bodas (2019).
Todos estos elementos se combinan muy bien. Aunque he de decir, que para ser un producto que se vendió como una cinta de terror sobrenatural, la verdad es que la película no da miedo. Y esto se debe a que su ritmo no es regular. Por momentos, pareciera que a Los pecadores le costara mantener el ritmo. Llegando a estropear ciertos momentos que deberían causar tensión en el espectador.
Hablemos del reparto
Los pecadores cuenta con un buen reparto. Encabezado por Michael B. Jordan, quien hace un papel espectacular. Bueno, en realidad dos. Porque Michael B. Jordan es el encargado de interpretar a Stack y Smoke. Ambos con sus correspondientes personalidades bien marcadas. Lo cuál es bastante complicado de reflejarse en pantalla.
Eso sí, no os esperéis una actuación a la altura de la de Robert Pattinson en Mickey 17; donde el actor consiguió interpretar a seis personajes distintos, otorgándoles a cada uno de ellos distintas capas de profundidad. Ahora bien, esto no quiere decir que la actuación ofrecida por Michael B. Jordan sea mala. Al contrario. Su actuación logró convencerme. Y además, nos dejó con algunos de los momentos más emotivos de toda la cinta.



Otros actores de reparto que destacaron de entre todo el elenco fueron: Miles Caton como Sammie, Jack O´Connell como Remmick y Wunmi Mosaku como Annie. Esto se debe en gran parte a que sus personajes me encantaron, ya que están llenos de matices.
Los pecadores destaca por tener algunas de las mejores interpretaciones que he visto en mucho tiempo. Y para ello, solo debemos fijarnos en algunos de sus personajes. Como es el caso del personaje de Wunmi Mosaku, o de Jack O´Connell, cuya actuación consigue ponerte los pelos de punta.



Conclusión
Los pecadores se ha convertido en una de mis películas favoritas de este año. Ya que cuenta con un gran reparto, que incluyen actores de alto nivel que consiguen que te metas de lleno en la trama.
Sinners es mucho más que una película de terror. Es una oda al cine de serie B. Una historia que nos habla acerca de la cultura afroamericana y de como esta logro imponerse al miedo y la opresión. Sin lugar a dudas, esta es una de esas pelis que tenéis que ver en el cine sí o sí.
