Godzilla y Kong vuelven a la gran pantalla para protagonizar otra épica película palomitera.

Godzilla y King Kong son dos de los monstruos más reconocibles del cine. El gigantesco monstruo japonés hizo su debut en 1954, mientras que su homónimo simiesco saltó a la gran pantalla dos décadas antes, en 1933. Desde entonces han sido numerosas las películas que han sido protagonizadas por estos dos.

No obstante, solo han habido dos ocasiones hasta el momento, donde ambas criaturas han coincidido en pantalla. La primera fue en 1962, cuando se estrenó en Japón la película King Kong contra Godzilla. Una película que llegaría dos años más tarde a occidente y que vista con perspectiva, no era muy buena que digamos.

Sin embargo, en 2021 tuvimos la oportunidad de ver de nuevo a ambos colosos luchando entre sí en la gran pantalla. Esta vez con unos efectos especiales a la altura de un enfrentamiento de dicha escala. Godzilla vs. Kong fue dirigida por Adam Wingard y forma parte de la franquicia conocida como el MonsterVerse.

Este 27 de marzo se estrenó en cines la nueva entrega de este universo compartido, la cual ha sido titulada como Godzilla y Kong: El nuevo imperio. Una película llena de epicidad, humor y drama barato. Sin embargo, no nos adelantemos a las conclusiones y empecemos a analizar esta obra desde el principio.

¿De qué trata esta nueva película de Godzilla y Kong?

Después de su enfrentamiento, Godzilla y Kong siguieron cada uno su propio camino. El primero se quedó en la superficie para defenderla de otros titanes, mientras el segundo se fue a vivir a la región conocida como la Tierra Hueca. Allí Kong vive en libertad, aunque se siente solo y sueña con encontrar a otros de su especie.

Así mismo, también seguiremos a Ilene Andrews, una científica cuya hija adoptiva – Jia-, parece no adaptarse bien a su nueva vida. Y es que esta niña es la última miembro de su tribu, la cuál es originaria de la Isla Calavera.

No obstante, unos extraños sucesos empezaran a ocurrir entorno a Jia, por lo que su madre iniciará una pequeña investigación que la llevará nuevamente a la Tierra Hueca. A su vez, Godzilla y Kong deberán unir fuerzas para hacer frente a una nueva amenaza colosal.

Una película bestial, donde sobran los humanos

Seamos directos. En esta cinta existen dos tramas argumentales bien diferenciadas que acaban juntándose prácticamente al final de la película. Una de ellas está protagonizada por Kong, quien acaba descubriendo una región inexplorada habitada por una tribu de simios parecidos a él.

Esta tribu está dirigida por un tiránico líder llamado Skar. Para derrotarle, Kong deberá aunar fuerzas con su antiguo rival – Godzilla -, para así poder liberar a sus congéneres y mantener la paz entre la superficie y la Tierra Hueca.

Esta es sin duda la parte más entretenida de la película, tanto narrativa como visualmente. Kong sufre una gran evolución a lo largo de la cinta. Podemos apreciar desde su faceta más melancólica y primitiva, hasta su lado más paternal y heróico. Y todo esto sin necesidad de que pronuncie ni una sola palabra. Godzilla y Kong: El nuevo imperio consigue que empatices con unos animales monstruosos que podrían reducir una ciudad a escombros en minutos.

Con quien no logramos empatizar fue con las dos protagonistas humanasIlene Andrews y Jia -, quienes son sin duda una de las partes más flojas de la película. Y no es porque las actrices que las interpretan actúen mal, aunque tampoco es que hayan hecho el papelón de sus vidas. El problema radica en que esta parte carece por completo de la epicidad y la emotividad que tiene la trama centrada en Kong y su tribu.

Hay un intento por meter una subtrama emocional, en la cuál la doctora Andrews se preocupa porque su hija no puede integrarse en su mundo y tiene miedo de perderla. Tampoco quiero entrar en terreno de spoilers, por lo que tan solo os diré que este conflicto acaba arreglándose de la forma más cliché posible. Además, esta subtrama queda opacada por la trama principal y por el tono cómica de la cinta. Por lo que, al final, una de las escenas del final de la película que debería ser la parte más emotiva y el cierre de esta subtrama, acaba convirtiéndose en algo mundano y que se siente irrelevante.

También existen otras subtramas relacionadas con otros personajes secundarios, las cuales – si bien tampoco aportan mucho a la trama -, al menos sí son divertidas y sirven para profundizar un poco más en el lore del MonsterVerse.

Monstruos gigantes, peleas épicas y mucho CGI

Godzilla y Kong: El nuevo imperio es una película hecha para amantes del cine de acción y aventuras. Al igual que todas las películas del MonsterVerse, esta deja atrás el tono dramática con toque de terror que caracterizaban a las películas de ambos monstruos y apuesta por un tono mucho más enfocado a la acción y la comedia. Tomando como ejemplo a populares franquicias como Marvel o Fast and Furious.

Durante toda la película podremos ver numerosas escenas de acción. Peleas, persecuciones, ciudades siendo destruidas por los monstruos… Todas ellas muy bien coreografiadas.

Otra cosa que nos ha gustado mucho ha sido la representación de los monstruos en la película. Estos lucen genial e infunden mucho respeto. Y es que ver luchar a dos titanes es una experiencia aterradora y emocionante, a partes iguales.

El CGI y los efectos especiales lucen por lo general bastante bien. Sin embargo, donde más destacan es en la recreación de la Tierra Hueca, un mundo recreado completamente por ordenador. Un mundo que rebosa vida y que incita al espectador a querer explorarlo.

Conclusión

Godzilla y Kong: El nuevo imperio es una gran película de acción palomitera. No reinventa el género ni será una película alabada por su guion. Pero sí es una película muy entretenida y que te sacará alguna que otra sonrisa. Sobre todo si eres fan de las películas de Godzilla y Kong.

Recomendamos que vayáis a ver esta cinta en IMAX o en 4DX. Ya que es toda una experiencia visual, que os dejará en más de una ocasión al borde del asiento – literalmente.