Final Fantasy VII Rebirth lleva al clásico original un paso más allá y se convierte en el Final Fantasy más ambicioso hasta la fecha.
El Final Fantasy VII original se lanzó en 1997, en exclusiva para la primera PlayStation. Este título fue en primero en la franquicia Final Fanstasy en incluir escenas FMV y gráficos 3D manejados en fondos prerrenderizados. El proyecto fue dirigido Yoshinori Kitase, quien también dirigió otros proyectos importantes como Final Fantasy VI y Chrono Trigger. Sin embargo, la incorporación más importante fue la del diseñador de personajes Tetsuya Nomura, a quien muchos conoceréis por ser la mente creativa detrás de la saga Kingdom Hearts.

Final Fantasy VII se convirtió en un éxito comercial y de crítica. Esto provocó que Square-Enix lanzase diversas precuelas y secuelas del título original, como lo fueron Final Fantasy VII: Advent Children y Crisis Core.
En 2020 se lanzó Final Fantasy VII Remake. Este título trajo consigo, no solo mejoras en los apartados técnico y jugable, sino que además introdujo algunos cambios en la historia principal. A pesar de que este último punto fue muy criticado por los fans más aferrimos al juego original, Final Fantasy VII Remake logró obtener numerosos reconocimientos por parte de la prensa especializada y otros profesionales del sector. Entre ellos, destaca el premio al Mejor juego de rol del año; el cuál le fue concedido en la gala de The Game Awards de 2020.
Este año ha salido la secuela de ese remake, porque sí, este “remake” a diferencia de otros que han salido en los últimos años, es un proyecto a largo plazo que ha decidido dividirse en tres entregas. Sabiendo todo esto, pasemos a hablar de Final Fantasy VII Rebirth.
Final Fantasy VII Rebirth, la reimaginación de un clásico
La historia de Final Fantasy VII Rebirth comienza justo después de los acontecimientos que trasncurrieron durante el primer título. Nuestro grupo de héroes, – formado por Cloud, Tifa, Barred, Aeris y Red XIII -, consiguieron escapar de Midgard y enfrentarse cara a cara con el guardián del destino. Sin embargo, aún no están a salvo; ya que Shinra culpa a Avalancha de la destrucción del Sector 7. Teniendo una escusa para limpiar su imagen y, ya de paso, acabar con ellos.
No obstante, existe una amenaza aún mayor: Sephiroth. Siendo conscientes de esto, Cloud y el resto del grupo se proponen encontrarlo y acabar con sus planes. Para ello deberán seguir a unos misteriosos encapuchados que parecen dirigirse hacia él, mientras viajan a través de diferentes regiones.
Como era de esperar, la historia mantiene muchos de los elementos y los personajes que hicieron tan buen juego al original. Sin embargo, Final Fantasy VII Rebirth va mucho más allá de un simple remake. Este título expande muchas de las secciones de la historia que nos contaron en 1997 e incluso se toma algunas licencias creativas. Por lo que, más que un remake, estamos delante de una reimaginación.

Aunque esto pueda molestar a algunos fans que esperaban un remake de escala 1:1, la verdad es que estos cambios acaban resultando bastante positivos. Y es que el hecho de no saber que les depara el futuro a nuestros héroes, así como la necesidad de saber que más cosas nuevas nos tiene preparadas este título, hace que incluso los jugadores más veteranos del juego queden fascinados con su historia, tal y como lo hicieron la primera vez.
Personajes únicos y memorables
Uno de los apartados que más destacó del Final Fantasy VII original fue precisamente su diseño de personajes. Tetsuya Nomura hizo un gran trabajo a la hora de crear a los personajes principales de este juego. Personajes que quedaron grabados a fuego en la memoria de muchos jugadores.
Final Fantasy VII Rebirth mantiene esa esencia. Los personajes principales, como Cloud, Tifa o Aerith, siguen manteniendo ese carisma y personalidad que los hizo tan memorables. Sin embargo, este juego al tener una duración mayor, incluso que el remake de 2020, nos permite profundizar aún más en el trasfondo de cada personaje. Permitiéndonos, a través de diálogos y misiones secundarias, conocer más acerca de sus motivaciones, sus miedos e incluso sus sentimientos hacia nosotros u otros miembros del equipo.

Este título fomenta la interacción con los otros miembros de nuestro grupo. No solo podremos subir el nivel de cada personaje, sino que también habrá un nivel de grupo. Subir el nivel del grupo nos permitirá acceder a nuevas habilidades. Además, también han incluido un sistema mediante el cuál podremos mejorar nuestra afinidad con el resto de los miembros del grupo. Muy parecido a cómo lo hacíamos en Yakuza: Like a Dragon.
Las decisiones que tomemos, así como el grado de afinidad que tengamos con otros personajes, tendrán repercusiones dentro de la trama.
Hablemos de la jugabilidad
Pasemos a hablar de la jugabilidad. Uno de los puntos más importantes dentro de cualquier videojuego, sobre todo dentro de los RPGs.
Final Fantasy VII Rebirth tiene un sistema de progresión muy adictivo, a la vez que complejo. Seguramente, para alguien que se esté introduciendo en el mundo del RPG, el sistema de progresión de este título pueda resultarle algo confuso y poco intuitivo. Sin embargo, para los amantes de este género, os aseguramos que es una auténtica delicia.
Podremos equiparnos con equipamiento de todo tipo que nos ayudará a mejorar nuestras estadísticas en ataque y defensa, ya sea mágica o física. También podremos elegir el arma de cada personaje; teniendo cada uno de ellos su propio abanico de armas. Estas podrán subir de nivel, lo que nos permitirá adquirir nuevas habilidades únicas y nuevos espacios para materias.
Y hablando de materias, estas vuelven a tener un papel fundamental en el combate. Existen una gran variedad de ellas. Me atrevería a decir que incluso más que en el remake de 2020. Estas nos permitirán desbloquear una gran variedad de hechizos, mejorar nuestras estadísticas, conseguir habilidades extras e, incluso en momentos determinados, llevar a cabo poderosas invocaciones que nos ayudarán durante el combate.

El combate sigue siendo tan ágil y completo como en el original. De hecho, a medida que vayamos avanzado en la historia y vayamos desbloqueando nuevas habilidades, materias y personajes jugables, el juego irá adquiriendo nuevas capas de profundidad. Esto se traduce en una jugabilidad que te permitirá alternar entre una gran variedad de ataques físicos y mágicos. Sumado a que cada personaje contará con sus propias habilidades especiales, pudiendo controlar las acciones de hasta tres personajes en un mismo combate.
Esto hará que el jugador deba replantearse constantemente a qué miembros del grupo llevar, así como planificar que materias y equipo asignar a cada uno para que haya una buena sinergia entre ellos.
Sin embargo, la jugabilidad de Final Fantasy VII Rebirth no se centra únicamente en el combate y la progresión del jugador. Otro elemento muy importante dentro de este título son los minijuegos. Estos constituyen aproximadamente el 50% de la experiencia de juego.
Muchos de estos minijuegos ya los hemos visto en numerosas ocasiones dentro de otros títulos. No obstante, a este título en concreto le sientan muy bien, ya que ayudan a amenizar la experiencia del jugador después de tantas horas de juego. En lo particular, nos gustaría destacar Queen´s Blood. Un minijuego de cartas que nos ha mantenido enganchados durante horas.
Aquí os dejamos un gameplay de nuestro canal de YouTube, donde podéis echarle un vistazo en profundidad a la jugabilidad del título, así como a otros aspectos de este título que hemos mencionado en el análisis.
Más allá de Midgard
Final Fantasy VII Remake recreó magníficamente la ciudad de Midgard, permitiéndonos explorar lugares icónicos del juego original. Final Fantasy VII Rebirth va un paso más allá y nos presenta un mundo abierto repleto de enemigos, tesoros y actividades que completar.
No os vamos a negar, que al principio esto nos daba un poco de miedo. No queríamos que este título se convirtiera en un juego más de mundo abierto. Para nuestra sorpresa, esto no ha sido así y las numerosas regiones que visitamos a lo largo de nuestra aventura están repletas de vida y actividades secundarias que realmente son divertidas de completar.
Técnica y artísticamente el juego es sobresaliente. Os aseguramos que os encontraréis con escenarios que os obligaran a pararos y contemplar las vistas que os ofrecen.



No os vamos a mentir, la exploración a pie a veces puede hacerse un poco pesada debido a la gran cantidad de enemigos repetidos que nos encontramos en una misma región. Así como al sistema de escalada, el cual nos ha parecido bastante tosco.
Aún así, el juego es consciente de ello y nos ofrece otras alternativas mucho más rápidas – y prácticas -, para desplazarnos por el mapa. La primera y la más tradicional es el viaje rápido, el cual nos alegra informar que, – gracias a la potencia de PS5 -, es rápido de verdad y no solo una forma de hablar. Tan solo tienes que abrir el mapa, seleccionar uno de los puntos de viaje rápido y en apenas unos segundos estarás allí.
Otra forma de desplazarse por el mundo abierto, será a lomos de un chocobo. Cada región tiene su propio chocobo, el cual deberemos encontrar antes de poder utilizarlo.
Por último, no podemos terminar este análisis sin hablar de la banda sonora. Esta ha sido compuesta casi en su totalidad por Nobuo Uematsu, un veterano de la saga Final Fantasy. La banda sonora de Final Fantasy VII Rebirth ayuda al jugador a meterse de lleno en la aventura, ya sea añadiéndole epicidad a los enfrentamientos o emocionándonos con los temas principales de cada personaje.
Conclusión
Final Fantasy VII Rebirth es, sin duda alguna, uno de los juegos del año. Una secuela que supera con creces a su antecesor.
Los puntos fuertes de este título son, por un lado, su mundo lleno de magia, monstruos y personajes memorables que seguro te sacarán una sonrisa. Y por otro, sus minijuegos, los cuales te mantendrán enganchado durante horas.
Si bien su historia principal se alarga y se toma algunas licencias creativas respecto al título original, esto no significa que Final Fantasy VII Rebirth no sea un juego bastante fiel al material original. Los momentos más icónicos, así como el lore siguen presentes.
En definitiva, este juego sorprenderá y emocionará tanto a los nuevos como a los viejos jugadores. Una fantasía hecha realidad.