Napoleón, la nueva película de Ridley Scott, llegó a cines el pasado 24 de noviembre.

Ridley Scott es uno de los directores más reconocidos en la industria. Sus películas no dejan indiferente a nadie. Desde grandes obras de ciencia ficción como Alien: el octavo pasajero (1979) y Blade Runner (1982); hasta epopeyas centradas en ciertas épocas y personajes históricos como Gladiator (2000) y El reino de los cielos (2005).

Ridley Scott siempre se ha caracterizado por contar historias viscerales y profundas. Por obligar al espectador a meterse en la psique sus personajes.

Bajo estos antecedentes, el director británico ha lanzado su última película centrada en una de las figuras históricas más importantes de la historia contemporánea: Napoleón Bonaparte.

La historia de toda una vida

Napoleón nos cuenta la historia del militar y emperador francés Napoleón Bonaparte. Desde sus primeras batallas como capitán hasta su muerte en el exilio en 1821.

Este personaje casi siempre ha sido tratado en el cine desde dos puntos de vista: la del líder militar y político con grandes dotes para la estrategia y la del tirano con grandes ansias de poder. Ambas facetas están presentes en esta adaptación, sin embargo el director Ridley Scott decide abarcar una tercera faceta del personaje. Una faceta mucho más íntima y personal.

Napoleón le da especial importancia a la relación del protagonista con su primera esposa y gran amor, Josefina. Esta relación no solo se ve durante sus interacciones en pantalla, sino que la película nos narra la correspondencia que ambos se enviaban incluso después de su divorcio. Y es que este filme deja claro, que Josefina tuvo un gran impacto en la vida de Napoleón. No solo como su esposa, sino también como su amante, amiga y confidente.

Su relación es una de las piedras angulares entorno a la cuál gira la trama, además de uno de sus temas más interesantes. Sin embargo, debemos recordar que este filme no es una película romántica, sino un drama histórico. Y es que, la película también nos narra otros sucesos importantes que sucedieron durante la vida de Napoleón. Algunos de ellos mejor tratados que otros, todo hay que decirlo…

Una puesta en escena a la altura de la leyenda

Uno de los puntos más notables de Napoleón es, sin duda alguna, su reparto. Más concretamente su dupla protagonista, constituida por Joaquín Phoenix – Napoleón Bonaparte – y Vanessa Kirby – Josefina.

La química entre estos dos actores es increíble, siendo visible durante cada frame que comparten en pantalla. Durante toda la película son capaces de crear momentos románticos, dramáticos e incluso de tensión sexual.

Una de las cosas que más nos han chocado es leer algunas críticas acerca de algunas escenas subidas de tono mostradas durante el filme. En nuestra opinión, aunque algunas de estas escenas no aportaban mucho a la trama, tampoco creemos que estas hayan sido metidas a la fuerza o sean de mal gusto para el público general.

A pesar del tono serio y solemne que mantiene durante toda la película, Napoleón también cuenta con algunos toques de humor que ayudan a aliviar la tensión dramática. Lo cuál es de agradecer en una película tan densa como esta.

Otro de los puntos fuertes de la película, se encuentra en la recreación de escenas bélicas. Y es que, Ridley Scott ya demostró tener mucho talento en este área gracias a películas como El reino de los cielos (2005) o Robin Hodd (2010).

De hecho, para nosotros, una de las mejores partes de la película fue la recreación de la batalla de Austerlitz. Esta batalla enfrentó al ejercito francés encabezado por Napoleón, contra las fuerzas ruso-austríacas encabezadas por los emperadores Alejandro I y Francisco I.

Efectos de sonido y banda sonora

En el primer apartado, Napoleón hace un trabajo sublime. Los efectos de sonido durante las batallas están muy logrados y te ayudan a sumergirte de lleno en ellas.

El doblaje al español también está muy logrado y las voces se escuchan nítidamente, incluso durante las escenas bélicas. Cabe destacar el trabajo realizado por Sergio Zamora, Noemí Bayarri y Juan Carlos Gustems, quienes dieron su voz a Napoleón, Josefina y al Duque de Wellington respectivamente.

En cuanto a la banda sonora, esta está bien aunque echamos de menos alguna pieza musical memorable. A continuación, os dejamos la lista de reproducción para que le echéis un vistazo y juzguéis por vosotros mismos.

Conclusión

Napoleón es una película compleja y que no es apta para todos los públicos. No es un documental que trata de recrear fielmente los sucesos ocurridos durante las guerras napoleónicas; sino más bien, una reinterpretación de su director.

Napoleón es un ensayo que trata de una manera mucho más intimista la vida de Napoleón Bonaparte; un hombre que pudo tenerlo todo, pero cuya ambición le acabó llevando a morir sólo y en el exilio.

Si os llama la atención este personaje histórico, esta es una película que no deberíais perderos.