Walt Disney Animation Studios celebra su centenario con Wish: El poder de los deseos.

Walt Disney Studios cumplió el año pasado 100 años. Un siglo donde nos han brindado grandes joyas de la animación. Películas como El Rey León (1994) o Frozen (2013), que han marcado a toda una generación.

Bajo este pretexto, Disney anunció Wish: El poder de los deseos. Una película que conmemoraba los 100 años del estudio y que, – según palabras textuales que se muestran en el trailer -, era una historia que llevaba un siglo esperando a ser contada.

Finalmente, esta fue estrenada en cines el 24 de noviembre de 2023. Y, aunque levantó mucha expectativa, la cinta solo logró recaudar en cines la mitad del dinero que habían invertido en su producción. Por si fuera poco, las críticas tampoco fueron muy favorables.

Tras este fracaso, Disney se esperó al 3 de abril para lanzar Wish: El poder de los deseos en Disney+. Es por esta razón que hoy estamos aquí para hablaros de esta película. ¿Realmente es tan mala como dicen algunos?

Wish: La historia de un deseo

Antes de empezar a meternos en materia, tenemos que hablaros de la premisa de Wish. Este filme nos traslada al Reino de Rosas, el cual fue fundado por el Rey Magnífico junto a su esposa, la Reina Amaya. Mediante el uso de la magia, Magnífico se encarga de guardar los deseos de los habitantes del reino y de conceder aquellos que él considere oportuno.

No obstante, esta historia no gira en torno a este personaje. La protagonista de esta película es Asha, una joven idealista que sueña con poder convertirse en la aprendiz del rey, para así concederle su deseo a su abuelo. Sin embargo, nuestra heroína acabará descubriendo una terrible verdad que la hará enfrentarse al Rey Magnifico.

La premisa de la película es bastante interesante, ya que gira entorno a los deseos de las personas. Wish plantea algunas cuestiones importantes que se irán respondiendo a lo largo de la trama como: ¿Hasta que punto los sueños nos definen? o ¿Todos los deseos deberían cumplirse?

El problema es que, aunque la premisa sea muy buena, el desarrollo de los personajes y el modo en el que se ejecuta la historia son terribles. Empezando por la protagonista.

Asha es el prototipo de personaje femenino genérico de Disney. No hay nada que la diferencia de otros protagonistas que hayamos visto con anterioridad o que la haga mínimamente especial. Por si fuera poco, sus motivaciones iniciales son bastante cuestionables.

A diferencia de Mulán o Vaiana, Asha no busca salvar al Reino de Rosas ni proteger a un ser querido. Su motivación principal es la de ver cumplir el sueño de su abuelo, quien acaba de cumplir 100 años. Siendo esto último una clara referencia al centenario del estudio.

Esta motivación, aunque pueda resultar emotiva e incluso mucho más personal que la clásica premisa de salvar al Reino; no sirve para justificar todas las acciones que toma durante la película. Y es que Asha no es una heroína ni una persona a la que se deba admirar. Ella solo es una chica joven que persigue sus propios intereses. Y si solo fuera esto, no habría ningún problema. Sin embargo, la película se esfuerza por enaltecer su figura haciéndola ver como una especie de heroína revolucionaria. Cosa que claramente no es, al menos no desde el principio.

Otra cosa que no nos gustó fue el villano y más concretamente su arco de personaje. El Rey Magnífico empieza siendo un personaje gris, es decir, un personaje que no es bueno ni malo al 100%. Al principio de la película, él parece estar realmente preocupado por cuidar y proteger los deseos de sus súbditos. Y aunque sus métodos puedan resultar algo cuestionables, es fácil para el espectador empatizar con él y entender su punto de vista. Incluso se nos explica un poco por encima que tuvo un pasado trágico; razón por la cuál es como es. No obstante, al igual que sucede con Asha, hay un punto en el que Magnífico se convierte en un auténtico sociópata narcisista. Cambio que no sigue ningún tipo de razón o sucesos que lo respalden.

El Rey Magnífico se acaba convirtiendo en un personaje caricaturesco. Por si fuera poco, la manera en la que es derrotado es… No sabría ni como describirlo. Simplemente diré que el final es bastante cursi y descafeinado. Carente de emoción y sin una amenaza real que te haga temer por la protagonista.

Sin embargo, no todo está perdido. Wish cuenta con algunos personajes secundarios lo bastante carismáticos como para sacarte alguna que otra sonrisa. En este apartado nos gustaría destacar el papel de la Estrella. Sin duda, uno de los mejores personajes de la cinta.

Una película musical animada

Uno de los pocos puntos fuertes de esta cinta se encuentra en su banda sonora. Esta fue compuesta por Julia Michaels. A continuación, os dejamos la lista con las canciones para que podáis escucharlas y juzgar por vosotros mismos.

Wish: El poder de los deseos es una comedia musical. Por lo que tiene una gran cantidad de números musicales. Algunos de ellos bastante buenos, todo hay que decirlo. Sin embargo, hay un par de estos momentos musicales que se extienden más de lo que deberían.

Esto provoca situaciones bastante surrealistas que, más que ayudarte a contextualizar, acaban distrayéndote de la trama principal. El ejemplo más claro lo podemos encontrar en la representación deKnowing What I Know Now. Este tema no es para nada malo, pero su puesta en escena acaba alargándose más de lo debido, haciendo que se pierda parte de la tensión que se había acumulado hasta el momento.

La animación y el Reino de Rosas

La animación en esta cinta también es algo que vale la pena mencionar. Y es que el estudio encargado de esta película optó por mezclar la animación 3D con la animación tradicional de las películas clásicas. Una apuesta bastante arriesgada que, a nuestro parecer, les salió bastante bien.

Aún así, algunas escenas se sienten extrañas. Sobre todo aquellas que involucran a los personajes humanos modelados en 3D. Esto se debe al fuerte contraste que existe entre estos y los escenarios que parecen dibujados a mano. No obstante, esto no quita que cuando la película se centra en mostrarnos planos más generales, estos nos ofrezcan estampas realmente hermosas.

Pasemos a hablar de El Reino de Rosas. Un lugar realmente espectacular, que sentimos que fue desaprovechado.

Según la propia película, este reino se ubica en una isla del Mediterráneo. Esto se hace notar en la arquitectura y en algunos guiños que se hacen a la cultura mediterránea y sobre todo a España. Y es que hay una escena en la que directamente los personajes se ponen a bailar flamenco. En ese aspecto nada malo que añadir.

Y hablando de guiños y referencias, estos han sido otras de las cosas que no nos han gustado. Wish tiene una gran cantidad de referencias a otras películas de Disney. El problema está en que la mayor parte de ellas son introducidas de manera inorgánica. Sintiéndose en muchas ocasiones forzadas para apelar al lado más nostálgico de las personas.

Conclusión

Wish: El poder de los deseos es, en pocas palabras, una película mediocre. Un filme que coge todos los elementos genéricos de las películas de Disney y los mezcla tratando de crear algo nuevo. Obviamente sin éxito. En vez de esforzarse en darle una personalidad única a su protagonista o de aportar algo nuevo con su historia, esta película opta por ir por el camino fácil. Con canciones pop bastante pegadizas y mucho fanservice.

A día de hoy, pareciera que Disney hubiera perdido su magia. Esta película se centra más en ofrecer una estética bonita y dos o tres canciones pegadizas, que en contarnos una historia emotiva o dejarnos explorar su mágico mundo. Y es que aunque la premisa de Wish es muy buena, esta queda sepultada por la gran cantidad de números musicales, humor barato y guiños a otras películas.

Sinceramente, consideramos que esta película solo les podría gustar a los niños más pequeños o a los fans más acérrimos de Disney. De otro modo, la película está muy lejos de ser el clásico atemporal en el que prometía convertirse. Una película genérica que no hace justicia al legado de Walt Disney Studios.